jueves, 7 de abril de 2011

VIABILIDAD DE LA ÉTICA EN EL MUNDO ACTUAL: ADELA CORTINA

La ponencia que ofrece Adela Cortina en el marco de la construcción de una globalización alternativa, me ha parecido un texto rico en información en cuestión de lo que pasa en el mundo actual y en cuanto a las nuevas formas de socialización y dinámicas sociales, políticas, económicas y ecológicas que se han generado, atreviéndome a decir, en todas las sociedades, teniendo  repercusiones tanto positivas y negativas  en todos los aspectos anteriormente mencionados por dichas dinámicas. Me parece muy ilustrativa y dinámica la manera en como la autora organiza su explicación, partiendo de conceptos claves como el de la ética hasta la incorporación de ellos en ejemplos de la vida cotidiana o al menos de ciertos contextos. Sin embargo, a la par que seguía leyendo la ponencia, me parecía que la autora estaba como en una línea muy idealista y que sus propuestas para nada encajaban en una cultura como la nuestra, por ejemplo. No obstante, al momento en que ella mencionaba a la confianza como un valor indispensable para el funcionamiento de la sociedad, me di cuenta que yo estaba fuera de este valor y que mi pesimismo me mantenía alejada de él, pero más cruel fue darme cuenta que la mayoría de la sociedad está inscrita dentro del ámbito del pesimismo y que por eso se han adoptado muchas actitudes anti-éticas como parte de la vida cotidiana de los sujetos. Cuando terminé de leer el texto, caí en cuenta de que lo que hace falta es confianza en lo que hacemos, en las personas, en las instituciones y si cada uno de nosotros mantenemos esa confianza, responderemos a lo que nos corresponde hacer y con mucho más peso podemos reclamar a quién no cumpla con su deber. Obviamente pienso que hay muchas más cosas por hacer en este mundo globalizado que confiar, pero si creo que es un buen paso paso contribuir en nuestro devenir, no sólo de nuestro país sino del devenir de la humanidad misma. Es momento de que cada uno nos pongamos las pilas y dejemos de criticar al gobierno o a otros por todo lo que nos pasa y deja de pasar, empecemos por nosotros mismos a confiar en nuestra persona y en todo lo positivo que podemos ofrecer al mundo entero.

miércoles, 23 de febrero de 2011

ÉTICA PROFESIONAL Y METODOLOGÍA CON RELACIÓN AL TRABAJO ETNOGRÁFICO CON PERSONAS INTERNADAS CON RETRASO MENTAL: JUAN ANTONIO SEDA

El ejemplo que nos presenta Juan Antonio Seda, resalta algunas de las problemáticas que los antropólogos debemos enfrentarnos en campo. Considero que los antropólogos estamos en constante cuestionamiento acerca de nuestra ética profesional y hasta donde es pertinente realizar una u otra acción que directa o indirectamente afecta a nuestros sujetos de investigación.
Por otra parte, considero de gran importancia que la actividad antropológica cuente con un código de ética legitimado por una asociación profesional y sobre todo que este sea enseñando a los alumnos durante su formación académica, lo cual a lo largo de mi carrera, no había tenido el conocimiento sobre estas asociaciones, aunque si sobre algunos código éticos que los mismos profesores han llevado a práctica en sus respectivas investigaciones.
Hasta el momento, he tenido una sóla experiencia que me llevó a cuestionarme sobre la ética de mi profesión, y esta fue cuando en grupo tuvimos que realizar para la materia "Historia Oral" una práctica sobre el uso de esta herramienta que nos permitiera comprender un suceso en particular. Mi equipo y yo fijamos la mirada en un suceso recientemente ocurrido en el 2010 sobre el desalojo de varias familias en la unidad habitacional ubicada en la colonia Rincones del Sur en la cuarta sección de San Ramón, Puebla. El problema implica varias cuestiones politícas, económicas y hasta familiares. En el momento en que fuimos a presentarnos como alumnos de Antropología Social de la Buap, fuimos bien recibidos y hasta agradecieron nuestro interés por el problema en el que estaban pasando; les explicamos cuál era el motivo por lo que realizabamos esta pequeña investigación y recalcamos que era un trabajo meramente académico. La situación inicial cuando comenzó nuestro trabajo, aparentemente era favorable para los habitantes del lugar, quienes no se movieron de allí y quienes habían improvisado con láminas, lonas, plástico o cobijas, un lugar para resistir las inclemencias del tiempo. La primera entrevista con las lideres (quienes también fueron afectadas) obviamente estuvo acompañada de sentimientos como enojo, tristeza, impotencia, etc., pero también de chistes con un tono de alivio porque supuestamente las cosas los estaban favoreciendo. Nuestras visitas eran bien recibidas por los habitantes y más por los que nos contaron su historia. Sin embargo, la situación iba empeorando con el tiempo y nuestras visitas ya no eran tan bien recibidas como antes; de hecho cuestionaban nuestra confidencialidad. Nuestro trabajo estaba limitado por el tiempo, pero tal vez pudimos haber seguido este problema social mucho más de cerca, no lo sé. No obstante, consideramos que ya no era pertinente seguir más allá de lo académico, tal vez nuestra inexperiencia y nuestro temor a involucrar tanto a la universidad como a nosotros mismos en un problema mayor, nos llevó desligarnos del problema. Ahora me pregunto si el haber conocido tanto los códigos éticos como algunos lineamientos recomendados para trabajo de campo de asociaciones profesionales, nos hubiesen servido para involucrarnos más en un compromiso social con estas personas que nos contaron su historia y nos permitieron conocer su realidad. Creo que aún tengo esa espina. Me hubiese gustado haber hecho algo más por esas personas. Nuestra forma de ayudarlos en ese momento fue llevarles ropa en buen estado pero usada, porque muchos de ellos no tenían ni siquiera una chamarra para cubrirse del frío. También me pregunto si el haber llevado este poco de ropa, infirió en que ellos se sintieran comprometidos en contarnos su experiencia.
En fin, fue una situación en la que no únicamente nuestros principios éticos profesionales fueron cuestionados por nosotros y por la gente, sino también nuestros valores y códigos éticos personales; por lo que considero que nuestra materia 'Ética y practicta profesional' cumple una función importante que es la de revalorar desde cada disciplina, los códigos éticos que se deben ejercer en cada una de las distintas experiencias que se nos presenten a lo largo de nuestra profesión y también de repensar cómo estamos llevando acabo nuestra actividad profesional. Sin duda, es una de las enseñanzas con las que me quedo de esta asignatura.

lunes, 14 de febrero de 2011

EL HISTORIADOR, LA ÉTICA Y EL COMPROMISO SOCIAL. IRMA ANTOGNAZZI

A partir de la lectura de Irma Antognazzi, me hace cuestionarme cuál es la razón por la que ella relaciona a los historiadores con el compromiso social, ¿Porqué en esa relación no entran otros profesionistas como los lingüistas, antropólogos, economistas, ingenieros, etc.?
Yo considero que el compromiso social está dentro de cada disciplina académica, de hecho, se manifiesta en la visión y misión de cada facultad y escuela, por lo tanto, desde mi opinión, el texto de Antognazzi es una análisis muy limitado al dejar fuera a las demás profesionales, es decir, los historiadores no son los únicos quienes analizan la realidad social, ni muchos menos que la estudian.
El compromiso social es de todos los que conformamos la sociedad. :D

"ETICIDAD LINGÜÍSTICA E INFORMACIÓN: ÉTICA Y TRATAMIENTO DEL LENGUAJE" OLIMPIA CARRILLO CHONG

Pienso que el enfoque que trata de transmitir Olimpia Chong, radica en un compromiso por resaltar la importancia que tienen las distintas lenguas en el contexto del Internet y resalta su preocupación por la prevalencia del inglés en dicho contexto, por lo que representa un riesgo para las demás lenguas ya que según la autora, pueden extinguirse las culturas y causar discriminación de las mismas.
Lo que no logro comprender sobre esta cuestión que plantea la autora, es que sí este compromiso por resaltar la importancia de la presencia de cada lengua en Internet, le deja todo el peso a los especialistas de la lengua, como los lingüistas, o sí es un compromiso ético de todos los que usamos el Internet.
Pienso que en realidad no menciona claramente quienes son los que deberían tomar esta responsabilidad, aunque si le otorga mayor dirección a los especialistas de la lengua al proponer un legislación lingüística que esté emparejada con la legislación de la información; sin embargo creo que todos somos responsables de enaltecer nuestra cultura a través de la lengua.

Mi cuestionamiento final respecto a todo lo anterior es ¿cómo los alumnos de lingüística contribuyen a un compromiso ético respecto a rescatar la importancia de la lengua en el Internet?

domingo, 13 de febrero de 2011

ÉTICA DE LAS PROFESIONES: CLAUDIA GARCÍA BENÍTEZ

Así como sugiere la autora, la lectura invita a reflexionar sobre lo que significa la ética en cada especialidad académica. Como respuesta a lo anterior, me ha causado ruido lo que Augusto Hortal cuestionaba acerca de la inadecuada formación ética de los alumnos porque los profesores carecen lo que el autor denomina como bilingüismo, es decir la preparación idónea del profesor tanto en el lenguaje filosófico como en el lenguaje de la profesión; respecto a lo que en mi caso se presenta, es que durante las clases que he llevado de antropología, a diario se maneja el código ético de nuestra profesión (aunque no utilicemos la palabra ética como tal) y creemos estar consientes de nuestra labor durante el campo; sin embargo y como lo exponen nuestros asesores y profesores de cada materia, la ética siempre va a residir en nuestras propias decisiones y en la dirección en la que vaya nuestro trabajo de investigación. Es decir, en mi caso creo que el bilingüismo de los profesores está presente en su discurso académico y lo que ellos expongan al respecto es a partir de su misma experiencia en el trabajo de campo y de sus investigaciones; así que su ética en el campo laboral está estrechamente relacionada con las demandas de los propios trabajos de investigación. Por lo consiguiente, la ética que nosotros podamos obtener de ellos son sólo una referencia que nosotros podamos utilizar en nuestras investigaciones y es importante no olvidar que nuestra ética va enmarcada también con todo un acervo socio-cultural y familiar. Finalmente considero que dejarle todo el peso a los profesores sobre nuestra ética laboral, deja de fuera muchos de los aspecto que construyen a los sujetos como individuos únicos y diferentes unos a otros.

martes, 20 de enero de 2009

EL TRABAJO URBANO Y LA ANTROPOLOGIA DE HOY: MI REFLEXIÓN


Este trabajo está realizado como resultado de la consulta de información tanto en Internet como de un libro. Sinceramente no puedo relacionar esta información que encontré, por mi ausencia en el segundo foro interno sobre trabajo de campo. Sin embargo, mi propósito principal es analizar como se da el trabajo urbano, la importancia que este tiene y las problemáticas que debe de enfrentar; así también como algunos puntos requeridos para la realización de este ensayo.

Yo pienso que el trabajo urbano ha podido abrir nuevas alternativas de estudio, contrastantes a los temas, grupos y comunidades a los que comúnmente se les llama tradicionales. El trabajo urbano nos permite conocer no solamente diferentes formas de vida que en ocasiones nos parecen desconocidas o raras, sino que nos permite reflexionar, conocer a profundidad y observar espacios y actividades cotidianas. Por ejemplo, el lugar de trabajo, de escuela, de centros recreativos, o conocer acerca de diferentes asociaciones religiosas, políticas o sociales, etcétera.
Un trabajo urbano nos permite también esclarecer cuales son los factores negativos que no permite el buen funcionamiento de las dinámicas sociales, y que con ello se pueda contribuir en dar solución a problemas relacionados con la salud, vivienda, educación… podríamos ejemplificarlo de la siguiente manera: Existe una confusión de cargos religiosos en la parroquia del centro de Tlaxcala, en donde ninguno de sus integrantes se pone de acuerdo para asumir el rol que le corresponde; en fin, es solicitado un antropólogo social para descubrir el gran dilema que aturde a cada uno de los integrantes de aquella asociación. El antropólogo como inicio, debe consultar archivos históricos-religiosos para conocer cuál fue el rol de cada mayordomo o representante y hasta que momento estos roles cambiaron y si fue así. Podría también entrevistarse con personas claves o que en tiempos anteriores estuvieron a cargo de estos puestos o incluso con los sacerdotes que estuvieron en esa parroquia y tratar así de obtener información relevante que le ayude a conocer la confusión de los papeles y funciones dentro de esta organización religiosa. En este ejemplo también podemos encontrar unos problemas: en un pueblo es más fácil obtener datos tanto escritos como hablados porque regularmente en estos lugares las costumbres y tradiciones duran mas, mientras que en la ciudad por la gran diversidad de ideologías y tradiciones, estas últimas se van transformando hasta formar nuevas costumbres y maneras de manejar, en este caso, las funciones de los representantes de la iglesia.

Como ya toque el punto de los problemas que enfrenta la antropología, proseguiré en este camino. La antropología hoy en día enfrenta problemas tanto conceptuales como metodológicos. Cada vez que me preguntan qué es lo que estoy estudiando y al saber siempre me dicen: “¡a que bien! Entonces vas a estudiar mis huesitos” o “ya te veré descubriendo dinosaurios”… a veces me esfuerzo por sacarlos del error pero otras veces nada mas les sonrío (ya se que está mal, y se también que por eso la antropología tiene problemas de identidad porque los que estamos a dentro de, no ayudamos)
Por otra parte, en lo referente a la cuestión metodológica, no se escapa de encontrar y de enfrentar diversos problemas, tales como de aceptación, de selección de la información (ética profesional), de pérdida de documentación escrita o de informantes claves, de obtención de información de temas complicados y problemas con la cuestión de la subjetividad y la objetividad.
En el caso de aceptación, los antropólogos tienen la difícil tarea de lograr que los habitantes de un determinado lugar te vean como parte de, y se acostumbren a tu presencia hasta que ya no la noten. He escuchado de algunos pueblos que son muy cerrados ideológicamente y que ya no aceptan que fácilmente los vayan a estudiar, incluso a veces cuestionan al antropólogo para saber cuál es el beneficio que ellos obtienen por ser estudiados.

Al obtener mucha información, se debe de hacer una selección de lo que se va a mostrar en el trabajo, para lo cual no es tarea fácil. Pienso que esto va relacionado con la ética porque al conseguir información de los lugareños, a veces van implícitas cuestiones personales o de otras personas, entonces pienso que parte de la ética es no afectar moral ni socialmente a las personas (si se trata de una cuestión negativa) y ni mucho menos de ponerlos en evidencia, por lo tanto, parte de esa selección de información lleva consigo en cómo ésta se va a manejar, de manera que la exposición de la información sea importante y lo más apegado a la realidad.

Algo que nos diferencia de otras ciencias como la historia, es que la antropología trabaja con la gente , trabaja con los relatos que esta cuenta y con sus percepciones de la realidad. Algunas veces cuando se trabajan con personas de mayor edad, es probable que se olviden de ciertos acontecimientos claves dentro de las dinámicas sociales, ya sea por enfermedad o porque simplemente no las recuerdan y se olvidan. Otra desventaja que se tiene es que la vida del hombre es muy corta y uno solo no puede observar los hechos y cambios sociales a través de muchas generaciones; también como parte de la vida, las personas claves fallecen dejándonos sin la información que ellos poseían. Dentro de estas pérdidas, encontramos a los archivos históricos, ya sea porque alguien pensó que no tenía utilidad y los destruyó, o por accidentes de fenómenos naturales o provocados… sin ellos nos perdemos gran parte de la identidad de los pueblos que difícilmente podemos conocer mediante la historia oral.

Con relación a los temas que tienen una dificultad para obtener información, están los que no tienen un registro histórico o en donde la información se debe de quedar dentro de un núcleo social determinado. Hace 2 meses, un grupo de compañeros y yo tuvimos que hacer una trabajo acerca de la santa muerte. Nos encontramos con dificultades porque al ir a un templo dedicado al culto de la santa muerte (centro histórico de Puebla) quisimos tener una entrevista con las personas encargadas del lugar, como respuesta obtuvimos evasivas, ni nos decían que si nos iban a atender o no, solo nos decían que en ese momento no tenían tiempo. Al ir a otro templo, en este caso la respuesta fue un rotundo no, pero nos hicieron una invitación para asistir a una de las misas y la señora que nos atendió nos dijo que podíamos grabar la misa y después de ella conseguir algunas entrevistas de los fieles; lo que la señora nos dejo muy claro es que tampoco podíamos tener una entrevista con el “sacerdote” porque a los únicos que les otorgaba una, era a la prensa importante y eso dependía de las preguntas que le hicieran. En este ejemplo pude darme cuenta lo difícil que es obtener información y sobre todo la forma en como acercarte a la gente, ya que al ver nuestra cámara de video cuando le pedíamos una entrevista, se rehusaba al miedo de que utilizáramos esa información para otra cosa; por otra parte también observe la importancia que tiene nuestra memoria en estos casos, porque solo escuchando la gente accedía a platicar contigo y al desarrollar nuestro trabajo, tuvimos que recurrir a la memoria para la reconstrucción de las frases y darle el sentido en el que la persona lo dijo.

A lo largo de mi corta estadía en el colegio de Antropología Social, se ha hablado mucho de la cuestión subjetiva y objetiva, en donde la primera es la percepción personal que se tiene de algo y lo objetivo es ver las cosas desde un punto de vista un tanto frío, es decir sin mezclar ideologías, posturas, ni sentimientos para ver las cosas tal como son.
En una de las clases de esta asignatura, hablábamos acerca de que la objetividad en las ciencias sociales, en especial en Antropología, es muy difícil de conseguir y que casi siempre las posturas son subjetivas; con respecto a esto yo pienso que si es difícil obtener una postura objetiva, ya que cada uno de nosotros estamos influenciados por factores sociales, culturales, políticos y hasta veces religiosos con raíces fuertes que nos dirige siempre a relacionarlos estrechamente con las dinámicas sociales de los pueblos que estudiamos, y hasta a veces creer que nuestras prácticas e ideologías son mejores que otras. Claro no estoy generalizando, pero si pienso en lo difícil que es, sobre todo para uno como estudiante que no tiene las bases suficientes para llegar a lo más cercano de la objetividad.

Para finalizar con el tema de trabajo urbano, puedo decir que también ayuda para entender lo opuesto: la vida del campo o pueblo de las grandes urbes.
Recordando otra vez una de las clases, uno de los compañeros dio un ejemplo del contraste que él observaba de su lugar de origen a la ciudad (en este caso Puebla) y mencionaba que en su pueblo los jóvenes se casaban a una temprana edad y que por el contrario, en Puebla no lo veía tan común (porque obviamente también hay casos de matrimonios o de uniones jóvenes) En mi caso también lo he observado, no tanto en mi lugar de origen, sino del de mi mamá, quién es originaria del Estado de México. Desde que yo tenía 19 años, para los habitantes de la ranchería de San Martín Obispo, ya era una “quedada”, y si yo viviera allí, así sería porque todos los jóvenes entre 15 y 21 ya estaban casados y con hijos. Yo observo este contraste en el sentido de la educación; los jóvenes hombres de esta ranchería apenas si llegan a terminar la preparatoria y dejan sus estudios, a veces no tanto por cuestiones económicas sino porque ya no quieren seguir estudiando y prefieren dedicarse a trabajar en los camiones. En el caso de las mujeres, ellas estudian hasta que no lleguen encuentren el “amor”; por otro lado en la ciudad, he observado que la mayoría de los jóvenes se inclinan por tener una licenciatura, sobre todo las mujeres. Como este y muchos ejemplos más podemos encontrar sobre estos estudios urbanos.

Puedo concluir diciendo que la antropología en nuestros días ha ido abarcando mayor campo de estudio y que sobre todo este ayuda a resolver problemas que se presentan en nuestra vida diaria. Pienso que la antropología nos ayuda a ver una realidad diferente, a ser más consientes de lo que pasa a nuestro alrededor, y que a pesar que esta ciencia pasa por una crisis de identidad y de campo laboral, aporta cosas muy importantes que a la sociedad le es útil: visión y conocimiento.
También puedo darme cuenta que no es necesario salir a lugares muy lejanos para poder realizar un estudio antropológico; sobre todo esta es una buena opción para nosotros los estudiantes de Antropología, que no contamos con el dinero suficiente ni con un financiamiento de parte de la universidad para nuestras prácticas de campo en otro estado de la república. Y si buscamos ventajas puedo mencionar que no nos alejamos de la comodidad de nuestra casa.